Dra. Marta Peraza
Cada día se comete violencia contra las mujeres y niñas en cada uno de los países del mundo. Es un hecho que trasciende más allá de la política, cultura, religión, raza, clase, edad e ingresos; esto sucede en tiempos de paz y durante conflictos armados. Por esta razón la violencia contra las mujeres es uno de los problemas más graves que afectan a nuestra sociedad, porque atenta contra la salud física y mental de las mismas y vulnera a sus derechos humanos básicos, entre los que se encuentran tener una vida libre de violencia y el respeto de su integridad física, psíquica y moral, por esta razón, los casos que se cometen cada día en nuestro Continente hablan por sí solos de la magnitud de este flagelo.
Cada vez que un hombre golpea, maltrata, tortura física y/o psicológicamente, le quita la vida a una mujer comete un grave delito y ejerce su poder de ser varón y de sentirse superior o dueño de la mujer. Lo cual explica en parte, que la violencia ejercida en contra de las mujeres todavía en muchos países de nuestra América Latina y el Caribe, entre ellos, el nuestro, es tolerado por la sociedad porque existe una especie de permiso social otorgado a los agresores por personas que no ejercen la violencia, pero que con su conducta u omisión se comportan como guardianes del patriarcado romano.
Venezuela, cumpliendo con la Convención de Belén Do Parà llevada a cabo por la OEA en 1994 en Brasil, promulga en 1999 la Ley Contra la Violencia hacia la mujer y la familia, la cual es derogada por la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, que entra en vigencia el 19 de Marzo de 2007, la referida Ley prevé medidas para impedir la violencia contra las mujeres, proteger las mujeres en peligro y castigar a los autores de los abusos.
Asimismo, establece que las autoridades deben poner en práctica un programa de amplio alcance destinado a sensibilizar la opinión pública y a cuestionar las actitudes que toleran u ocultan esta monstruosidad que se denuncia en escasas ocasiones; pero no es suficiente, se hace necesario realizar campañas audaces, constantes, educativas, que concienticen en tanto a la comunidad en general como a los organismos del Estado encargados de recibir y procesar las denuncias, no es posible que todavía existan funcionarios públicos que vean la violencia intrafamiliar como algo sin importancia, no dándole la seriedad necesaria.
Según opinión de la Doctora Elida Aponte Sánchez, el gran avance de la Ley Orgánica del Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, es que determina que la violencia no es sólo en el hogar, puede ser un acto cometido por esposo, concubino, hermano o cualquier figura masculina, pero al mismo tiempo el artículo 15 de esa Ley recoge varios tipos de violencia: la física, la psicológica, la sexual, la trata de mujeres, la explotación sexual, el acoso u hostigamiento laboral que se ve mucho en las instituciones.
Además, dicha Ley Orgánica crea los Tribunales Especiales en materia de violencia contra las mujeres y también se crea la Fiscalía con competencia en la materia. La idea es que en un tiempo relativamente corto, toda la geografía nacional tenga Tribunales que atiendan a las mujeres víctimas de la violencia, por una razón muy sencilla: porque la violencia contra la mujer mata, y es uno de los delitos que con mayor impunidad se cometen en nuestro país.
La Doctora Yolanda Jaimes Guerrero, Magistrada de la Sala Político Administrativo del Tribunal Supremo de Justicia, en un Foro jurídico de los Derechos de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, celebrado el 9 de marzo de 2009, en el estado Portuguesa, informó que el Ministerio Público reporta 101.705 denuncias de violencia contra la mujer, de las cuales, 33 mil 800 se registran en Caracas y en el estado Zulia alcanzan a 10 mil, las otras denuncias corresponden a otras regiones del interior del país. “Cada 10 días muere una mujer víctima de violencia provocada por su pareja, cada 15 minutos una mujer es maltratada por su marido o concubino”. Dijo la Magistrada.
Con respecto a la información aportada por la Magistrada, aun cuando el número de denuncias es muy elevado, existe un factor que hay que tomar en cuenta, que es la cifra negra que consideran los criminólogos, la cual está referida al número de víctimas que por diversos factores no denuncian la agresión sufrida, los expertos consideran que no todas las víctimas de agresión hacen la denuncia correspondiente, lo que hace presumir que la cifra de agresiones es muy superior a la conocida por el Ministerio Público, lo cual haría más grave la situación.
Finalmente podríamos concluir que la violencia contra la mujer es un problema de salud pública, que además de afectar a la mujer física y psicológica y socialmente, genera un problema en la familia, en los niños, niñas y adolescentes. Las consecuencias se reflejan en la deserción escolar, agresividad, apatía, embarazo en adolescentes y adicción a las drogas y alcohol, entre otros.
Chinca C. Salas R
8 mayo, 2012 at 5:28 PM
Innumerables quejas ante la fiscalia se pueden leer, mas no existe solución y cada día vemos miles de formas violatorias que se imponen con la ayuda de la tecnología las cuales violentan no solo la integridad sino que atenta contra la salud mental, sano desarrollo de la psiquis demostrando se miles y miles de violaciones con el consentimiento de las autoridades [fiscalia] sin ver ningún amparo por parte del TSJ, donde queda ¿Proteger y amparar?, quien sabe!!, a lo mejor en letra muerta.
La creacion de instituciones para la ayuda de la mujer maltratada solo nos conduce a la burocracia, nos revela el gasto excesivo de los gobierno y la no aplicación de la constitución y sus articulados en la defensa de sus derechos imponiéndose el doble juego del “CIRCO” para distraer al pueblo de la problemática real del país donde la letra de la ley nos conduce por una serie de conceptos, normas y reglas, todas ellas violadas por la mismas instituciones atentando peligrosamente contra su integridad, estableciéndose el delito y la aceptación de las instituciones encargadas de velar por el derecho de los ciudadanos y ciudadanas, creando plataforma de orden religioso-político con intenciones malvadas con fines específicos y estableciendo un doble fin con propósitos poco ortodoxo y viendo el derecho del individuo vulnerado para fines políticos-religioso con circo romano para luego ver la sangre y el desprecio hacia las mismas instituciones y la burocracia establecidas en casas dirigidas a recibir reclamos, quejas, denuncias sobre violación sobre derechos constitucionales, violencia contra la mujer y sus miles de millones de forma de hacer daño con armas medievales para llevar al pueblo a un circulo cerrado de la historia antigua ¿por diversión, recreación o burla?, cualquiera sea la forma por lo cual se hace, todas ellas nos llevan a formas violatorias de los ignorantes del gobierno de turno y de la injerencia de las instituciones por seguir la corriente a los que proporcionan distraccion y luego se establecen en el poder ¿tiene conciencia?, NO, SOLO ES TV y el Poder conjugado por establecer la ignorancia.
adriana vasquez
23 octubre, 2013 at 10:16 PM
He sido violentada x mi ex pareja desde hace 7 a#o cuando decido denunciarlo el m saca d mi casa. Bajo golpe y maltrato m metió una mujer a vivir hay y m quito hasta la ropa m mudo todo mis enseres y cuaando el juez manda el papel d mi reintegro a mi casa ex pareja s entero y m llevo hasta la rejas de mi casa ya no allo. Q hacer ya q ni la fiscal ni el juez hace nada orienteme para ver dnd voy a ir
Dilia Boadas H.
31 enero, 2015 at 4:57 PM
Buenos días! En relación al artículo en reflexión: LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, de la Dra. Marta Peraza, respetuosamente me permito compartirles mí opinión al respecto, de acuerdo a lo que particularmente considero las causas y planteo como posibles soluciones a este problema, en el ámbito venezolano.
En principio y en concordancia con la autora, es de hacer notar que el problema desborda en cifras las cantidades de denuncias registradas, motivado justamente a las causas principales que en nuestro país generan y refuerzan este flagelo; cuya incidencia es capaz de perturbar y más aún distorsionar el concepto y los valores familiares, lo que inevitablemente incide de forma negativa sobre el buen desarrollo de nuestra sociedad. Como se aprecia en el artículo la mayoría de los abusos y violencia recibida queda oculto y aún mucho más grave es que aunque se conocen, no se dejan ver; ya que, la que se plasma, muy pocas veces recibe la atención que amerita. Justamente por la prehistórica concepción del poder superior para decidir y actuar que se le ha otorgado al hombre en infinidad de culturas y situaciones. No escapando la nuestra de este básico error, que se genera desde la crianza; pues hoy en día, todavía se percibe como se discrimina la formación de un niño y una niña en el seno de un hogar, como por ejemplo en el desarrollo de las tareas domésticas. El chip de “un hombre no está hecho para… pues esa tarea le compete a las mujeres” para excluir al varón de las tareas diarios y de rutina o “el hombre es hombre y se le acepta… pero una mujer no puede” para justificar abiertamente y consensuar abusos y faltas de respeto como la infidelidad y actitudes agresivas e incluso, la marcada distinción en aspectos como por ejemplo “el hombre no puede llevar el cabello largo o no debe cuidar su aspecto personal… porque eso es de mujeres” son concepciones que desde la infancia radicalizan la desigualdad y acrecientan la vulnerabilidad de la mujer en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad. Es así, como lamentablemente, guardamos en nuestra memoria colectiva casos como el de Linda Loaiza, por ejemplo, que en vez de marcar pauta sobre la sanción, fácilmente se justifica con un “quien la manda… ella solita se lo buscó” dando pie para que del conocimiento público o no, se repitan los abusos de este y otro tipo; constantemente, pues el sometimiento va en primera instancia de forma psicológica al no reforzarle a las mujeres desde niñas su autoestima, avivar sus capacidades y estimular su completo desarrollo como persona independiente.
Posterior a ello es difícil más no imposible, combatir años de crianza con simples campañas publicitarias, las cuales son vistas en algunos casos hasta como ridículas. Es por ello que considero, como una posible solución, afianzados en que afortunadamente contamos sí, con el recurso de una excelente LEY ORGÁNICA SOBRE EL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA, como instrumento para garantizar y prevenir los derechos exigibles y la seguridad e integridad personal de la mujer, debemos concentrarnos en propulsar la educación en pro de la igualdad y el respeto como principal prevención al sometimiento que daña. Garantizándonos así personas (tanto hombres como mujeres) capaces de valorarnos los unos a los otros y de convivir en una armonía sin abusos de género; siendo capaces de hacer uso de los instrumentos reguladores como esta ley, sin temor a ser discriminados ni señalados sino más bien seguros de que el abuso es reprochable y confiados en que será atendido como lo merece.
jose colmenares
18 marzo, 2015 at 6:54 PM
QUE VERGUENZA! ESTA LEY DE GENERO PARA COMERCIO! Si esta miserable ley se está convirtiendo en un gran negocio muy rentable para muchas mujeres de mala fe dedicadas a la extorsión, que aprovechándose de la buena intensión de fondo de esta ley, la cual no cuestionamos siempre se ejecute en su sana ejecución, pero muchas las han utilizado como perfecta arma letal con patente de corso y nos han quitado los pocos vienes que por muchos años hemos logrado gracias a nuestro esfuerzo y honrado trabajo, amén de no caer en la desgracia de nuestras podridas cárceles. Esta perfecta arma logra impactar directamente en sus víctimas cuando estas féminas con solo presentar la queja en cualquier fiscalía u oficina de la defensa de la mujer, de una vez y sin derecho a la defensa se juzga y se dicta una sentencia al hombre (por cierto sin ningún ente que pueda asumir algun tipo de defensa), sin una sola prueba del hecho, sin derecho alguno a la defensa? Entonces de que igualdad estamos hablando? y en mi caso a los 48 años jamás he cometido delito alguno!
Paso siguiente una vez el hombre fuera del hogar, tomar legalmente y por asalto a todos los bienes de su conyugue. Y ahora más guapas y apoyadas con estas campañas publicitarias de la defensa a la mujer, que no la critico, pero si la derogo al ser utilizada como un mecanismo meramente mercantilista! En el mejor estilo malandro.
A las mujeres les digo: “cuidado con lo que hacen, ya que Uds. también tienen hijos varones! Que injusta es la justica en Latinoamérica!