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DISERTACIÓN DE LA JUSTICIA EN AULAS

Dra. Nancy Moreno

Jóvenes, la justicia que impera en todo orden jurídico, no sólo en nuestro país sino en el ámbito mundial, debe tener las siguientes características: imparcialidad, rectitud, probidad, honestidad, conciencia, moralidad, equidad, firmeza, ecuanimidad, legitimidad e integridad.

Profe, disculpe, pero en verdad, no sé para qué estudiamos derecho ni menos para qué estudiamos para ser abogados.

¿Por qué haces ese cuestionamiento?

Porque aquí en Venezuela no hay tal justicia. Fíjese bien, profe, usted nos acaba de nombrar algunas condiciones éticas y morales que definen la justicia; sin embargo, la realidad jurídica vivida es otra; es en realidad lo opuesto.

Esta situación latente para cualquier Docente Universitario perteneciente a las Escuelas de Derecho del país, ocurrió durante una de las clases que dicto en la Universidad Rafael Belloso Chacín, cuando explicaba a los alumnos la importancia de: la ética, la oralidad como factor intrínseco en cada individuo y sus principios, así como el concepto de justicia y sus diferencias con la justicia divina.

Es aquí donde, asumiendo el rol de docente, investigador, profesional del derecho y sobre todo el de ciudadano, se debe buscar realzar y reafirmar esa vocación  deleznable, para así responder con argumentos científicos, doctrinarios, serios e irrefutables sobre los pro y los contra de las conductas jurídicas cuestionables; por supuesto sin dejar de contemplar la realidad, lo cual no puede obviarse, y por ende aceptar que los espacios universitarios, son aéreas de debate, de interpretación, pero sin utilizar esos espacios académicos para instar retaliaciones o tendencias políticas, ni para fomentar sed de venganza u odio.

Es por ello, que siendo centros de atención de nuestros alumnos y para algunos modelos a seguir, debemos ser responsables y respetuosos de esa confianza otorgada y ante la duda, buscar la autenticidad o veracidad legal, es decir, el respeto a nuestra Constitución, a las Leyes venezolanas, a las declaraciones, pactos, tratados, convenios internacionales, y a los principios, no sólo los  jurídicos, sino también a los morales y éticos, que se requieren defender y reforzar hoy más que nunca.

Las leyes, las instituciones, los gobiernos, pasan de un extremo a otro, cambian, no son perennes, pero se encuentran ajustados a derecho, aún cuando nada es incólume. Las personas o ciudadanos, nos movemos dentro de las normas y para las normas.

En este sentido, es preciso recordar la frase de Cicerón, filósofo, gran político y pensador romano: “La base de la justicia es la confianza mutua”, cuyo contexto fue realizado en una época que muchos podrían asociar con la nuestra: época de transición política, sacudida por las agitaciones sociales, golpes militares y de transformación ideológica, a la cual él contribuyó con los llamados valores propios de la Civilización Occidental.

Entonces, es nuestro deber en nuestras aulas y en nuestros espacios como académicos y ciudadanos, reforzar esa vocación y confianza en la justicia, como forjadores de quienes un día serán quienes la empleen.

 

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  1. KRISTAL BARBOZA

    8 octubre, 2010 at 1:00 AM

    Es muy cierto que en la actualidad del país muchos nos cuestionamos sobre la justicia, y por qué seguimos trabajando por defenderla si cada vez se ve más irrisoria la causa, pero este artículo le ayuda a abrir los ojos tanto a los estudiantes como a todos en general; y nos da la confianza necesaria para luchar por esa Justicia y por los valores que siempre hemos defendido en nuestro sistema legal, en nuestra Constitución…. Que orgullo ser su alumna…

     
  2. Chinca C. Salas R

    8 mayo, 2012 at 6:14 PM

    Ante todo, antes de escoger la carrera se debe hacer un análisis concienzudo del por que, para que estudiar y ejercer el derecho, carrera comprometida con deberes, obligaciones, entrega, análisis, razonamiento, lógica y un largo proceso de destructuracion y conjugación de las mismas leyes.

    Lo expuesto antes a modo personal ya que una vez me vi frente a la carrera a estudiar y la cual me llevo a elementos justos, claros y transparente para emprender a la escogencia de la carrera ya que todo futuro abogado debe de contar con habilidades, virtudes, destrezas para el difícil arte del Derecho; la justicia nos conduce por virtudes y las mismas deben de tener un sentido especifico el cual inclina la balanza de la justicia conforme a la conciencia y el carácter de la justicia.

    La justicia nos conduce al derecho, saberes, a la esencia y las coincidencias para ver representadas en ella la propiedad como un derecho absoluto y si alguien desea destruir ese derecho se estable la justicia injusta y las que nos lleva por caminos ciertos de verdades y la amplitud de nuestros derechos frente a la justicia mas allá de la teoría para imponer la practicidad y establecer los abusos sobre nuestros derechos para ver el carácter de la justicia al desnudo.

    Las características expuesta por la profesora de derecho nos conduce por los valores, para seguir por la metodología sobre rendimiento y nos llevan por las características y el uso de cada una de ella de manera organizada donde en cada una de ellas están impresas las estrategias, cordinacion la cuales nos obligan a seguir para conocer el grado de entrega en las metas cuantitativas, confiabilidad, recursos expuestos y el aprovechamientos de ellas en la practica y el funcionamiento al exponerse para usar el derecho y la justa justicia para ver verdades en el aspecto operativo de un objetivos establecido para encontrar la meta establecida con código exacto donde la ética nos lleva al profesional que ejerce la carrera con honorabilidad y herramientas verdaderas, conocimiento el cual nos alimenta y nos llena de conocimiento aun cuando el grado de desconfianza crece cada día por actos abusivos de unos cuantos, echamos una mirada profunda al sistema legal y lo cierto es que no podemos ir encontra, sino seguir las reglas, normas ya que vemos y creemos en la letra dela justicia establecida en las lineas muertas ya que en ella existe una carácter implícito y un espíritu el cual relaciona esta con la constitución y lo noble de sus valores.

    La queja y la desconfianza nos lleva a los malos profesionales que distorsionan los principios los cuales empañan la ética y el sano desarrollo de la justicia, muchos toman la carrera del derecho huyendo a las matemáticas, formulas de la química, ecuaciones de la física y de allí se desprende una carrera llena de mediocres y que mas tarde toman posesión de las instituciones y quebrantan la salud de la autonomía de estas, viendo fracaso en la justicia y vemos cambios emergente con un factor determinado con una razón expresa, para ver la desconfianza generada por estos profesionales que no hicieron esta reflexión antes de estudiar la carrera de derecho, es cuando encontramos ciudadanos toman las leyes y sus principios para ver el fondo, esencia de los valores expresados y entender el fracasos de las instituciones en el despertar de la confianza la cual nos guía a errores y equivocaciones.
    Chinca C. Salas R

     
  3. Carlos Albornoz

    3 febrero, 2015 at 7:18 AM

    Buen articulo,
    Muy profesora, en este país se ha visto que la justicia y la equidad han sido violentada.. su articulo es muy bueno; ayuda a ver que para restaurarla hay que trabajar con optimismo y perseverancia para una justicia mas latente y fortalecida.. Después de todo,(en mi opinión), en este país debe aplicarse su lema, que nos dice tanto en clases, -”La mediocridad, queda fuera.. aquí entra la excelencia”.
    Que orgullo ser su alumno..