Lcda. Eliandra Fereira
El origen de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación viene arraigado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 110 al indicar que el Estado reconocerá el interés público de la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación, por ser instrumentos fundamentales para el desarrollo económico, social y político del país, asimismo, se señala que el sector privado deberá aportar recursos para los mismos.
Aunado a esto, es importante que los empresarios aprovechen al máximo las ventajas que trae esta Ley, la cual permite apoyar el talento de sus trabajadores y orientar sus inversiones en proyectos propios que le aseguren un mayor y mejor desempeño. El espíritu de esta Ley apunta a que el país sea más competitivo y menos dependiente en materia de ciencia y tecnología. Es importante que los grandes y pequeños empresarios vean este instrumento legal como una oportunidad y no como un impuesto u obligación, lo más recomendable es crear áreas dentro de las organizaciones que participen activamente en la administración y control de esta obligación, ya que la buena gerencia es lo que ayudará a valorar a la LOCTI como una oportunidad y aprovechar la inversión en áreas estratégicas de la empresa.
Por último, es importante señalar dentro de los aportes de la LOCTI lo concerniente al desarrollo del talento humano, ya que estos no constituyen la realización de cursos aleatorios por parte de los empleados, de allí la importancia de crear departamentos dedicados al buen manejo y apoyo de planes de formación ajustados a los objetivos de la empresa, lo cual se traduciría en el desarrollo de competencias que realmente tengan impacto dentro de la organización.