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RESPONSABILIDAD BIOÉTICA UNIVERSITARIA

Dra. María Govea de Guerrero
Coordinadora del Centro de Investigación de Ciencias Jurídicas y Políticas (CICJP)

La vida presupone una experiencia espontánea, que ocurre antes que el hombre mismo pueda decidir o querer conocer, nos viene dada por Dios y representa la muestra más resaltante de la existencia de un ser superior. La Dignidad humana viene dada por ser hijos de Dios creados a su imagen y semejanza. De hecho la dignidad encierra dos aspectos fundamentales como lo son: el elemento ontológico y el ético referido fundamentalmente a la bioética.

Al respecto, la iglesia en sus diferentes encíclicas papales, entre ellas: Humani Generis, Redemptor Hominis, Humanae Vitae, Evangelium Vitae, y Cáritas in veritate, entre otras, ha abordado el tema de la bioética. En tal sentido, la alianza de Dios y de la humanidad debe estar encaminada a reconocer la vida humana como don divino y superior a todas las cosas. Por ello, la vida, la libertad y la dignidad son la piedra angular sobre la cual se consolida la bioética.

 En este sentido, las Universidades tienen una Responsabilidad Bioética que  encuentra su fundamento legal en el preámbulo de la Carta Magna (1999), el artículo 33 de la Ley Orgánica de Educación (2009) y finalmente,  la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (2005) de la UNESCO.

Dra. Mariadela Bello

Por ello, las Universidades juegan hoy más que nunca un papel muy importante, pues son el lugar predilecto para debatir las diferentes corrientes del pensamiento. Debiendo brindar una formación que propenda no solo a obtener una calidad de vida medida a través de indicadores socio económicos, sino una vida de calidad, al preparar al ser humano tanto en el aspecto académico profesional, como en el humano.

Hoy el desafío Bioético en la sociedad del conocimiento consiste en llegar del conocimiento a la prudencia, siendo ésta, el fundamento del actuar responsable del hombre.

 El desafío de la bioética como una de las dimensiones que sirven de puente entre las ciencias de la vida y las ciencias humanas, consiste en lograr que los seres humanos sean más prudentes, conscientes, reflexivos, responsables y abiertos al diálogo, promoviendo la vida actual y protegiendo la futura, también al ecosistema, al resto de los seres vivos y al planeta.

En cuanto a la prudencia, el papel de la bioética es recuperar las raíces de la ética aristotélica, según la cual para ser prudente se requiere tener la conciencia de serlo. Según Martin, V. (2012) , también consiste en  poner en práctica las virtudes propias de la ética  pero también las virtudes intelectuales.  El hombre es un ser multidimensional, no es solo lógico, sino  también espiritual y corporal.

El papel de la bioética consiste en  enaltecer, mejorar, propugnar, propiciar y hasta defender, si fuere el caso,  ante todo la vida de los seres vivos, la supervivencia del planeta, la tolerancia, la convivencia, y todo aquello que le es acorde a la naturaleza humana.

La vida del hombre se hace humana al desarrollar virtudes, entre otras:  prudencia, lealtad, sinceridad, responsabilidad, sencillez, tolerancia, justicia.. No obstante, el hombre por sí solo no aprende las virtudes sino que requiere  de la educación como forma de llegar a las mismas tanto en lo teórico como en lo práctico.

En tal sentido, si el hombre es un ser con distintas dimensiones, entre ellas: espiritual, corporal, intelectual,  requiere que su educación igualmente tome en consideración esta complejidad. Se trata de una perspectiva bioética de la educación que se traduce en la formación no sólo profesional, sino en pro de la vida de los seres humanos, de la conservación del ecosistema, de las generaciones futuras, y naturalmente ello no significa un desprecio a la racionalidad, sino que considera la formación de un ser humano en su complejidad, lo que a su vez logrará en el ser humano una adecuada estabilidad personal y profesional.

En virtud de lo antes expuesto, la Universidad como sitio ideal para el debate de las diferentes corrientes del pensamiento, es el lugar ideal para dialogar sobre bioética. Se trata de establecer un vínculo ineludible entre la ciencia y las humanidades a través de la educación, lo cual permite alcanzar no solo un pensamiento complejo sino un actuar responsable.

 

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  1. Alonso Larreal

    16 noviembre, 2012 at 10:14

    Interesante articulo; en mi opinión considero que la vida del hombre se hace humana cuando logra confluir en su ser, tres dimensiones importantes entre los cuales se encuentran: Una dimensión física, Psiquica y por último la llamada trascendente…Es decir, cada una de estas dimensiones hacen que el hombre pueda entender quién es él, demanera que así pueda entender y comprender quién es la otra persona. Nunca podremos llegar a conocer a los demás si no logramos conocernos a nosotros mismos, por tanto, el hombre siempre en la busqueda de si debe encontar respuestas de su ser y esas respuestas solo a mi modo de ver y creer las tiene Dios.