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URBE EN EL CAMBIO CLIMÁTICO

Dr. Jesús Cendrós
Coordinador del Centro de Investigación de Desarrollo Tecnológico y de Ingeniería (CIDETIU)

Hoy en día existe redundante evidencia de un cambio climático real. El aumento de las temperaturas en diferentes puntos de la tierra, especialmente en los polos y la consecuente  disminución de glaciares, cambios en los modelos pluviales, tormentas de gran intensidad y acrecentamiento del nivel del mar confirman diariamente una situación cambiante, año por año, del clima de la Tierra. Vivimos en una capa de aire envolvente de la tierra llamada atmósfera asociada con El TIEMPO, éste es el estado de esta capa en un lugar y momento especifico y relativamente corto. El tiempo determina, en algunos sitios más que en otros, el tipo de vida del ser humano cómo la forma de vestir, la alimentación y hasta el horario de trabajo. El tiempo de una zona puede cambiar en cuestión de días o incluso en el transcurso de horas.

Por otra parte, el CLIMA es el TIEMPO típico de un lugar, y considera las medias y los extremos a largo plazo. Para determinar el modelo climático de una región se necesitan observaciones precisas a lo largo de veinte o  treinta años como mínimo. El clima comprende los valores estadísticos sobre los elementos del tiempo atmosférico en una región durante un período representativo: temperatura, humedad, presión, vientos y precipitaciones. Estos valores se obtienen con la recopilación permanente, sistemática y homogénea de la información meteorológica, en otras palabras, es el conjunto de características meteorológicas que ocurren en cualquier lugar durante un período de tiempo prolongado. A diferencia del tiempo el clima no cambia radicalmente en corto plazo. Se puede decir que hay un clima global, zonal, regional o local (microclima).

Cuando se habla de cambio climático se puede atribuir a un cambio en la emisión de radiaciones solares como la radiación ultravioleta, en la ubicación geográfica, en las corrientes marinas, en el cambio del eje terráqueo o en la órbita de la Tierra, alterando así profundamente el clima cuando se trata de procesos de larga duración,se entiende como un cambio climático natural porque puede modificar la distribución de la energía y el equilibrio térmico por causas no atribuibles al ser humano. Pero si los factores causantes del cambio son las emisiones de gases procedentes de la actividad humana, en especifico la utilización de combustibles fósiles, la deforestación y la actividad agraria, entre otras, hablamos de cambio climático antropogénico. Es importante entender esta diferenciación porque el primero es indetenible, pero el antropogenico si es controlable.

Si en las décadas por venir  no reducimos  las emisiones de los gases invernadero (GHG) a niveles aceptables, especialmente los países altamente industrializados, se producirá un cambio climático antropogénico expresado en el calentamiento global y un aumento en el nivel del mar, esto puede ocurrir en décadas o siglos, dependerá de cuán rápido hagamos los cambios necesarios. Este cambio producirá impactos en la salud humana, se alteraran los ecosistemas y la economía también se resentirá. Nos arriesgamos a un  cambio climático acelerado, esto hace más  urgente la obligación de tomar conciencia colectiva de problema y ejecutar medidas significativas y efectivas para reducir las emisiones de GHG durante las próximas décadas. La política económica, en términos del modelo de desarrollo industrial que se adopte y una política medioambiental adecuada deben, inexorablemente, conjugarse en la conquista de este objetivo.

En la Universidad Rafael Belloso Chacín, a través del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico (CIDETIU), hemos asumido ese compromiso aportando un modestísimo esfuerzo con la creación de una línea de investigación enmarcada en el estudio climatológico. Para ello se ha creado el Laboratorio de observación climatológica contando con una estación meteorológica automatizada que registra, cada 5 minutos, datos meteorológicos como: temperatura, presión atmosférica, lluvia, dirección y velocidad del viento, índice de radiación ultravioleta, humedad y los consecuentes parámetros derivados como: punto de roció, temperatura aparente o sensación térmica entre otros. Esta estación, conectada a la red del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), está disponible en la página web de URBE o a través de internet en http://www.urbe.edu/meteo/.

Adicionalmente, Se está promoviendo un programa de investigación que intenta crear una red social de observadores climatológicos voluntarios que incorpore a los colegios, ciudadanos, asociaciones y cualquier organización interesada en la observancia y estudio del clima. Ya se tiene un financiamiento por parte del  FONACIT para la instalación de un Centro de observación climatológica en la Aldea Universitaria de la Guajira.

Conviene destacar que, en el corto tiempo de funcionamiento de la estación, ya se han obtenido resultados interesantes conducentes a la generación de líneas de investigación relacionadas con la cantidad de radiación ultravioleta incidente en la ciudad de Maracaibo. Esta se mide a través del índice de radiación ultravioleta (IUV), ya se han observados valores del IUV considerados Alto y Muy alto de acuerdo a los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), particularmente en horas del mediodía. Estos resultados preliminares han motivado proyectos de investigación dirigidos a estudiar las causas de este fenómeno y el diseño de recomendaciones a la ciudadanía para aliviar los efectos nocivos de este tipo de radiación.

Queda abierta la invitación para todos aquellos interesados en formar parte del equipo de investigadores asociados a este modesto, pero interesante esfuerzo coadyuvante del estudio del ambiente y sus implicaciones en el devenir de la especie humana.

 

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  1. Alonso Larreal

    16 noviembre, 2012 at 10:47

    Una forma de cambiar por un ambiente estable para el ser humano inicia por cambiar la forma de pensar de cada uno de nosotros….En ocasiones leemos y culpamos a paises industrializados del problema medio ambiental; cabe entonces la interrogante…¿Tú como personas consideras que contribuyes a fortalecer el medio ambiente?…respondamos de acuerdo a nuestra consciencia.

     
  2. William Rojas

    22 noviembre, 2012 at 12:47

    Evidentemente, estos problemas con el cambio climático seguirán en aumento, es preocupación general hacer una toma de conciencia al respecto. El deterioro ambiental es progresivo, “silencioso” y proporcional, es decir, el aumento de la población, el uso de combustible fósiles, hacen que haya una aceleración como una amenaza probable hacia la diversidad biológica, ya que algunos ecosistemas podrían desaparecer y otros podrían experimentar serios cambios de las especies que la componen, no podemos esperar a que llegue ese momento letal que cause efectos irreversibles sobre la ecosfera mientras exista un Raciocinio Depredador para luego sentarnos a reflexionar ¿El porque no lo hice cuando tuve las herramientas?. Con esto el calentamiento global que se está presentando hace que haya debilitamiento de las capas glaciales y aumento de los mares a consecuencia de lo ante descrito; sin embargo, la temperatura promedio de la tierra es de 33 °C, quiere decir, que la cantidad de gases que se encuentra en la atmósfera influyen en las temperaturas, ya que al aumentar, las temperatura podrían subir, en caso contrario al disminuir la temperatura podría bajar, me atrevo a decir que actuaría como un disipador dando paso al efecto invernadero, que es un fenómeno de características propias de la atmósfera que permite el desenvolvimiento y desarrollo de la vida y de las especies que habitan, pero si alimentamos adicionando o enriqueciendo otros gases a la atmósfera la tendencia es a subir la temperatura y por ende los resultados no muy alentadores en las especies y salud en la población. Hay que mantener el equilibrio.
    Con todo esto, saludo la suma de esfuerzo que se realiza en la Universidad Rafael Belloso Chacín, a través del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico (CIDETIU), para seguir con el estudio y registrar regularmente esas diversas variables meteorológicas encontradas con los distintos modelos descritos de supervisión.