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VALORES COMO ESTRATEGIA PARA LAS ORGANIZACIONES MODERNAS EN TIEMPO DE CRISIS

Dra. Lucía Urdaneta
Coordinadora Maestría Gerencia de Mercadeo

Actualmente en  las Organizaciones el talento humano da vida al sistema laboral participando activamente en las decisiones estratégicas que orientan el logro de objetivos y metas propuestas. Por tal razón, el hombre es una pieza clave dentro de la organización.

En función de ello, toda organización puede verse perjudicada por sucesos que puedan poner  en riesgo su equilibrio natural, originando crisis y amenazas no tan sólo a la estabilidad de la propia compañía, sino también, del sector empresarial en la que ésta se desenvuelve.

Es por ello que debido a la crisis de valores  se requiere un talento humano dotado de habilidades profesionales, capaz de asumir retos basados en valores y traducirlos en conductas emprendedoras, autónomas, flexibles y comprometidas con la misión y visión de la organización.

En función de ello los valores como pilar fundamental en el desarrollo de las organizaciones  plantea  Siliceo (1999),  conforman  el fundamento conceptual y filosófico de las organizaciones en sí, no son las responsables del éxito de las empresas, sino la capacidad de hacer que todos los miembros de la misma conozcan, asimilen y vivan los valores de la organización.

En este sentido, el referido autor indica que: “sólo el hombre es capaz de trascender del estímulo al sentido de responder al esfuerzo humano tanto a nivel personal como colectivo ante acciones y/o eventos que se dan en la sociedad”. Estas respuestas se conocen como valores, referidas por el mismo autor a manera de “concepciones prácticas normativas heredadas a las generaciones presentes, convirtiéndose en la sabiduría colectiva, que juega un papel fundamental en la supervivencia física y el desarrollo integral del hombre en la sociedad”.

Ante esta posición, se debería reflexionar en estos tiempos de cambios emergentes acerca de los valores en su esencia natural y es por ello que Ortiz (1999), sostiene que, la formación y desarrollo de los valores del hombre en las organizaciones, son de gran necesidad si se quiere el desarrollo social en este mundo globalizado, de forma tal que, el problema de formación o la educación en valores preocupa y ocupa a la comunidad educativa del mundo debido a los cambios acelerados de la sociedad.

En función a lo descrito el hombre no solo se enfrenta  a la sociedad  para conocerla y transformarla, sino para hacerla objeto de una valoración, en consecuencia, los valores son un proyecto de vida que dan sentido y finalidad  a las acciones individuales y sociales, otorgando cohesión y sentido de pertenencia, estableciendo los compromisos éticos entre los miembros de la organización para alcanzar metas compartidas por ellos que transmiten a las empresas iniciativas para el desarrollo continuo de las misma.

En ese sentido  la crisis pertenece a una categoría especial de incertidumbre y cambios forzosos, muchas veces, intempestivo;  es el punto de quiebre entre las viejas y las nuevas cosas, es el rompimiento de la armonía cotidiana, del equilibrio actual de fuerzas.  Es decir, se convierte en la transición entre el reposo y la turbulencia, es por ello que  el mundo cambia.  La misma  puede ser catastrófica cuando los actores se niegan a considerar su responsabilidad en el instante en el cual la situación se profundiza (Paladino y Álvarez, 2006).No obstante, en tiempos de crisis las organizaciones deben apuntar a la era de la conciencia para el  desarrollo de iniciativas y acciones abocadas hacia el cambio continuo

Ante tales planteamientos, se infiere que los valores comprometen a sus miembros en una tarea misional de diagnóstico cualitativo, a través de la cual se analice de manera exhaustiva y consecuente el estado de desarrollo humano de la organización. En consecuencia de ello, García y Dolan (2003), sostienen que “los valores y principios éticos, habrán de ser los puntos de referencia que guíen la actividad de la empresa (o cualquier organización), constituyendo la base para desarrollar acciones e interactuar en función de lograr objetivos”.

Es de vital importancia tener en cuenta que, los valores se conciben como pautas y guías de la conducta del individuo y son a la vez la base de la autoestima, es decir, el respeto por sí mismo, lo que le permite al hombre tomar decisiones bajo la responsabilidad y honestidad bajo una escala de valores de los principios y reglas de conducta ética.

Bajo ésta óptica, refieren García y Dolan (2003), que el proceso de valoración del ser humano incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y afectivas que suponen: la toma de decisiones, la estimación y la actuación. En la tesis del mismo autor, las valoraciones se expresan mediante creencias, intereses, sentimientos, convicciones, actitudes, juicios de valor y acciones. Desde el punto de vista ético, la importancia del proceso de valoración deriva de su fuerza orientadora en aras de una moral autónoma del ser humano.

Por lo anteriormente explicado, las organizaciones en tiempo de crisis deben asumir  los valores como los principales impulsores de la actuación de las personas en las organizaciones porque constituyen  una  herramienta valiosa para direccionar la organización hacia la consecución de los objetivos y metas propuestas, impulsadas por el compromiso y la visión compartida de todos sus miembros. Los valores en las empresas dan sentido de pertenencia posibilitando la integración, además de proyectar una imagen y crear un ambiente humano de compromiso en las organizaciones. Para esto, los gerentes pueden valerse de herramientas como: la creación de una visión integradora, saber escuchar, la comunicación efectiva y promover formas de comportamiento que en su reiteración se conviertan en hábitos virtuosos para la realización de logros compartidos.

En esta afirmación se evidencia el resultado de una mayor efectividad y productividad que permite la revitalización de todas las actividades y procesos humanos de la comunidad organizacional donde podrían originarse efectos, conciencia y  responsabilidad de cambio para lograr una empresa líder o vital con una certificación o capacidad de gestión ética. Se afirma que los valores en las empresas dan sentido de pertenencia posibilitando la integración, además de proyectar una imagen y crear un ambiente humano de compromiso en las organizaciones. Para esto, los gerentes pueden valerse de herramientas como: la creación de una visión integradora, saber escuchar, la comunicación efectiva y promover formas de comportamiento que en su reiteración se conviertan en hábitos virtuosos para la realización de logros compartidos.

 

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  1. WESTIN ELIAS VEGA

    19 octubre, 2014 at 17:19

    Una disertación clara y guiadora de lo que verdaderamente son los valores y la descripción que se hace de su función en el campo empresarial, facilita que cada individuo que pueda leer el artículo se motive ha hacer un poco mas en lo referente al ejercicio de los valores humanos en la organización donde se desempeña, incluso llevándolo hasta su hogar.

     
  2. AQUILES AQUINO VÁSQUEZ

    25 marzo, 2016 at 15:13

    Los valores estratégicos es actividad de reflexión y crítico, por lo tanto la organización es moderna, a tal razón las estrategias son muy esenciales ne cuquera campo de la actividad humana.