En los últimos años en Venezuela se ha venido desarrollando un proceso de transformación social enmarcado en el modelo socialista propuesto por el gobierno nacional a través de la aplicación de programas sociales destinados a fortalecer las clases sociales más desposeídas del país, como son las clases D y E, catalogadas como pobreza extrema y pobreza crítica.
Según la CEPAL, en su informe del 2011, la pobreza extrema disminuyó de 85% en el año 2000 a 46% en el año 2010, gracias a la implementación de grandes programas sociales cuya bandera son las misiones, favoreciendo a gran número de habitantes del país.
Simultáneamente, y en concordancia a lo señalado anteriormente, se escucha con mayor intensidad en los sectores políticos, sociales e intelectuales, y en las Universidades, el término COHESION SOCIAL.
Cohesión Social
La cohesión social, en su conceptualización igual establece la visión compartida entre los ciudadanos y el gobierno en relación al modelo de sociedad que se sustente sobre la base de la justicia social, el Estado de derecho, y la solidaridad.
Estos tres elementos mencionados establecen grandes diferencias de criterios y puntos de vista entre el gobierno, quien dentro del marco jurídico vigente direcciona las políticas públicas para favorecer a los más necesitados, y por el lado de los ciudadanos que al no verse incluidos dentro de las políticas públicas implementadas por el Estado, protestan y rechazan tal situación demandando asistencia en el marco de la justicia social, el Estado de derecho y la solidaridad ciudadana.
Se impone entonces, de parte de todos los actores de la vida ciudadana del país, una visión compartida para establecer consenso y unificación de criterios entre el gobierno y el ciudadano a fin de canalizar el gasto público de manera racional y equitativa entre distintos sectores, la recaudación impositiva a través del SENIAT, el financiamiento de los programas sociales, la seguridad ciudadana y la inclusión social, como política pública llamada a incluir a las clases sociales más desposeídas. Por último y la más importante la generación de empleo.
Para finalizar, el diseño e implementación de políticas públicas, llamadas a brindar protección que caracterizan una situación de inclusión social, definitivamente tiende en ayudar a atacar la pobreza en todas sus formas y manifestaciones e igualmente coadyuva a establecer una distribución igualitaria del ingreso nacional, con muchas posibilidades de éxito.