I Parte
MSc. Katerin Izarra
Coordinadora Maestría Derecho del Trabajo
Durante las últimas décadas el estado Venezolano ha buscado un equilibrio entre sus políticas de empleo y el desarrollo sostenido de sus industrias, y con ello el bienestar de todos sus habitantes, pues siempre sus objetivos y caminos particulares delineados han estado dirigidos a una economía altamente dependiente del petróleo e intervenida casi totalmente por el Estado.
Por lo que se considera que el Estado venezolano debe impulsar la activación de las industrias por parte del sector privado, que pueda convertirse en un factor generador del desarrollo económico y social. Con una población estimada para el año 2012 de 28 millones de habitantes, de los cuales destacan mayormente la población joven que necesita incorporarse a un mercado de trabajo.
En otro orden de ideas Venezuela posee una cantidad de recursos naturales, sin embargo aún falta camino por recorrer para alcanzar un desarrollo sustentable, así como el bienestar de todos sus habitantes, a pesar de realizar acciones que van dirigidas a este fin, su comercio exterior se limita a la exportación de materias primas básicas sin mucho valor agregado cuya explotación intensiva incrementa la vulnerabilidad ecológica irreversible.
El desarrollo sostenible se puede ver desde el punto de vista de las políticas de empleo, como un vínculo entre desarrollo sostenible, disminución de la pobreza e inclusión social. El trabajo es la esencial apertura de entradas de las personas, es fundamental para el progreso personal y familiar, y es un elemento indicador del aumento económico.
Alonso Larreal
14 junio, 2013 at 19:16
Una de las contradicciones más grandes en una economía dependiente, es hablar de sustentabilidad; por cuanto la dependencia a algo conlleva a focalizar la visión hacia la producción en masa para vender y obtener en el intercambio la moneda circulante. Por lo tanto se pierde el sentido de ser sustentable ya que la visión no es más que producir, vender y recibir. Sería interesante dentro de esta política mercantilista para algunos el poder sembrar la forma de ser sustentables en lo que producimos y generar de esta manera no solo riquezas, por el contrario bienes y servicios que permitan avanzar dentro de una política de Estado perdurable en el tiempo.