En las últimas décadas se ha evidenciado un mundo cualitativamente distinto, caracterizado por el policentrismo, la diversidad de estilos de vida, la paradoja y el desencadenamiento de conceptos que arropan a la sociedad como la incertidumbre; es decir una sociedad pluralista, multiopcional y policéntrica. Frente a este replanteo de estos procesos societales se plantean grandes retos para el sector público, privado, asociaciones y en general organizaciones no gubernamentales (ONG) – O las bien llamadas organizaciones del tercer sector.
Un reto entonces es cambiar la mentalidad, su funcionamiento y sus estructuras, sumándose a los cambios que experimenta actualmente el ámbito de la gestión. Reto que solo trascenderá con un proceso que permita evolucionar a la Investigación como brazo para el desarrollo de un País.
Me permito plantear entonces la posibilidad que a través de la investigación se hace posible explicar desde cualquier perspectiva, las causas que originan los cambios en los procesos societales a los que me refería anteriormente. Y el espacio donde podemos operacionalizar el proceso de investigaciones es en los estudios doctorales, toda vez que constituye la base filosófica que permite esclarecer, bajo premisas científicas, el porqué de la sociedad multiopcional policentrica, compleja y cargada de incertidumbre. Por otro lado los estudios doctorales también son un espacio para la generación de conocimiento que explican hechos de la realidad, o bien, que muestran nuevas formas de ejecutar las cosas en cualquier campo del saber.
Un estudio doctoral debe conducir a una reflexión crítica sobre los orígenes del conocimiento, los factores objetivos y subjetivos que hacen posible la captación de la realidad y los propósitos que impulsan la actividad científica. Así mismo deben considerar la relatividad del conocimiento y la opción de adoptar uno o varios enfoques filosóficos que permitan una interpretación coherente de la realidad. Adicionalmente, deben conducir a la realización de investigaciones de alto nivel; por lo tanto, el proceso de investigación debe estar encuadrado y sustentado para abordar una realidad social que contribuya al desarrollo socio productivo de un país La base filosófica de los doctorados influye o motiva la selección de los temas de investigación, la adopción de los métodos de investigación y la manera en que son evaluados los resultados de la investigación Kitchin, (2000)
Atendiendo a las consideraciones antes expuestas los programas de doctorado y la actividad de investigación científica, también deben contribuir a fortalecer los vínculos tanto con el entorno académico y científico como con los sectores productivos. El establecimiento de nexos académicos con instituciones similares dentro y fuera del país facilitará la movilidad de especialistas, el intercambio de información y experiencias, el aprovechamiento de oportunidades académicas y el enriquecimiento mutuo. Con los progresos en las tecnologías de la información el trabajo interdisciplinario se hace más efectivo. Por su parte, el fortalecimiento de los nexos con los sectores productivos hará posible que la universidad perciba los problemas e inquietudes de la sociedad, que oriente sus programas según las necesidades del entorno, que obtenga recursos adicionales para realizar sus funciones y que haya una mejor coordinación y colaboración con las fuerzas vivas del país en el logro de objetivos y metas comunes.
Finalmente considero que la simbiosis que planteo Investigación y desarrollo considera una interacción recíproca entre la Universidad y su entorno concibiendo que la investigación internalizada en los estudios de doctorado, cuando se realiza bajo los parámetros de sensibilidad y soberanía conquistará espacios para el desarrollo de una nueva cultura de País , un nuevo concepto de ciudadanía que seguro le dará respuesta a una sociedad pluralista, multiopcional y policéntrica.