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GESTIÓN DEL TALENTO HUMANO

  Edwin E. Perez
Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, URBE
edperezluz@gmail.com

Doctorado en Ciencias Gerenciales Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín. Maracaibo, estado Zulia, Venezuela.

Evolución de Términos

Durante el siglo XX se produjo en el mundo una evolución respecto a los términos que definirían la gerencia encargada de ejecutar los procesos inherentes a la detección de necesidades, selección, formación, desarrollo, remuneración, protección y egreso del personal que forma parte de la organización.  Pero más allá de la terminología empleada, debemos observar cómo evolucionó la concepción de la gerencia, que pasó de ser Dirección de Personal, Dirección de Recursos Humanos a Gestión del Talento Humano, cambiando el enfoque de un hombre considerado un “sustituible engranaje más” de la maquinaria productiva, pasando a ver al hombre como el ente indispensable para lograr el éxito de la organización.

El escenario actual de la gerencia se caracteriza por tres aspectos que se destacan por su importancia: la globalización, el permanente cambio del contexto y la valoración del conocimiento.   Estos elementos coadyuvaron después de la década de los ochenta al quebranto paradigmático de ver al trabajador como un instrumento o factor empresarial y potenciaron la idea de que la persona  es el capital principal, el cual posee habilidades, conocimientos y características que le dan vida, movimiento y acción a toda organización, por lo cual de ahora en adelante se utilizará el término Talento Humano.

La connotación del término de “Gestión” está asociada a la tramitación, disposición y seguimiento de todos los recursos (materiales, legales, administrativos y económicos) que contribuyen a captar, formar, desarrollar y mantener al personal en continua motivación, aprendizaje y perfeccionamiento de las funciones que permitan el logro de los objetivos organizacionales con la mayor eficiencia.

La inversión en tiempo, recursos y esfuerzos que se requiere para conformar un equipo de trabajo de alto desempeño es cuantiosa, por tanto, la gerencia hoy en día considera al Talento Humano como el elemento primordial hacia donde se deben orientar estos aspectos y la planificación de las estrategias productivas cuentan con grandes segmentos dedicados al aprendizaje, a la siembra de cultura organizacional y a garantizar el ambiente organizacional que favorezcan la productividad, el desarrollo y el éxito.

El ser humano como eje central del proceso productivo

El ser humano encarna un ente de relaciones e interacciones.  No hay ninguna actividad intelectual, afectiva e intuitiva que no se promueva en el marco de vínculos y correspondencias.   Por tanto, los valores constituyen la esencia mediadora del hombre con Dios, con la naturaleza y con los semejantes.  Guédez (2002) considera que en la dimensión de los semejantes se ubican también los vínculos con el grupo,  con las instituciones y organizaciones, con el país y el resto del mundo.

La ausencia de valores aliena y debilita a los trabajadores en la empresa que aspiran una vida digna y realmente libre; es necesario que el ser humano se forje como una persona crítica, con discernimiento ante la realidad, sobre la base real de su absoluta dignidad por descubrir y vivir.

El Proceso Productivo de las organizaciones actualmente tiene su eje en el ser humano, debido a que los gerentes han concienciado que para producir eficientemente en sus sistemas es necesario: seleccionar y preparar al personal que va a ejecutar las funciones en la forma más oportuna y con el menor margen de error y desperdicio posible.  Esto requiere que los líderes de la gerencia conozcan el nivel de formación, el potencial de habilidades y destrezas y los objetivos, deseos y necesidades individuales de las personas que forman equipos de trabajo para engranar esos objetivos con los de la organización y animar al trabajador a ofrecer sus acciones con un método que le permite mayor aprendizaje.

La Gestión Moderna implica el uso de las tecnologías, eficacia comunicacional y la aplicación de conocimientos en los puestos de trabajo.  Esta gestión plantea nuevos desafíos que implican estructuras levantadas con criterios de competencia y también exige que el ambiente organizacional se torne dinámico, que la cultura y el clima organizacional se muestren con elementos armónicos, estables y con francas señales de desarrollo personal y profesional para los integrantes del equipo de trabajo.

La Gerencia del Talento Humano, a partir de finales de los años 90 entendió que el ser humano tiene que aprender, investigar, crear, accionar, solucionar y hasta  arriesgar tiempo, esfuerzo y capital intelectual en pro de los objetivos organizacionales, de todo cuanto haga el trabajo más placentero, más seguro y que le brinde la posibilidad de demostrar que el aprendizaje continuo está presente a diario, lo convierte en el eje transversal del proceso productivo.

La Teoría Postmodernista

En la búsqueda de la competitividad, la cooperación global, el posicionamiento en los mercados y otra serie de objetivos que las empresas persiguen, los estudios han revelado que la concepción filosófica del trabajo enmarcado en un tiempo (horario) y en un espacio (oficina) estaban errados y por el contrario, suelen ser el motivo principal de altas rotaciones laborales, desmejoramiento de la calidad productiva, desinterés por la exploración de nuevos retos metodológicos de realizar el trabajo, entre otras cosas.   De tal manera que, la gerencia del Talento Humano en su teoría postmodernista plantea el trabajo a través de los medios tecnológicos, con la creatividad suficiente para establecer cánones diferentes de interconectar el equipo en tiempo y espacio para la consecución de los objetivos sin necesidad de estar todos en el mismo lugar y momento.  Simplemente, el mundo apunta al uso eficiente de los recursos, entre ellos el tiempo, permitiendo crear mecanismos innovadores que utilicen herramientas libres de burocracia, tanto en documentación como en funciones jerárquicas de aprobación y autorización.

La “oficina sin papeles”, el “teletrabajo”, el inventario “just a time”, las “redes comunicacionales” y el “ejecutivo integral” son solo algunas de las herramientas más conocidas por los proponentes de esta corriente gerencial que apunta a colocar al ser humano como centro intelectual que participa en todo el proceso productivo desde el inicio hasta la relación posterior que se establece con el cliente, con el objeto de garantizar la satisfacción del mismo.

 

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  1. Adaumilsa Brito Carrillo

    4 marzo, 2016 at 11:17

    Me gusta Profesor su escrito y me identifico con esta teoría; en estos días he trabajado en el Aula de clases, unos de los conceptos básicos y fundamentales de la Sociología. con estudiantes del primer semestre de programas distintos y, los estudiantes luego de investigar me sorprendieron, sacando un volante para docentes y estudiantes, dando a conocer, mas aun, a recordar que las normas sociales son reglas, lineamientos, costumbres( que se vuelven ley), y que se pasan de generación en generación, para lograr con esto, una mejor convivencia, en el inter-actuar social del diario vivir. Los estudiantes escribieron diez de las normas sociales, comenzando con la cortesía, los modales, comer calmadamente, poner en práctica el aseo e higiene diario de uno mismo,la rectitud y la honestidad normas sociales de índole moral, el respeto a los demás y a mi mismo, el respeto a las leyes y a las Instituciones legalmente establecidas, el respeto al derecho ajeno, para lograr una convivencia pacifica, esperar siempre su turno con paciencia según lo establecido por el estado, de acuerdo con el tiempo y el espacio. Dios les bendiga.