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UN ACERCAMIENTO A LOS INSTRUMENTOS DE INVESTIGACION

  Dra. Lisbeth Moreno Luján
Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, URBE
lisbeth.moreno@urbe.edu.ve

Postdoctorado en Gerencia de las Organizaciones, Doctorado en Ciencias Gerenciales, M.Sc. Psicología Educacional, Especialista en Metodología de la Investigación, Psicólogo (URU), Miembro del comité del Doctorado de Ciencias Gerenciales (URBE).

La investigación cuantitativa versa su centro de interés en el hecho de que los datos se recogen de la realidad a través de un método preestablecido, el cual usualmente son llamados instrumentos de investigación, estos a su vez parten de la operacionalización que se hace de la variable estudiada. Es importante recordar que en la investigación social las variables son constructos teóricos, por tanto unidades complejas formadas por varios conceptos, los cuales al operacionalizar llamamos dimensiones, estos a su vez deben ser desglosados en aquellas partes teóricas que nos permitan observarla y medirla, que son los llamados indicadores.

Una vez que a través de una profunda indagación teórica se operacionalizan la o las variables se debe decidir cómo va a ser recolectada la información sobre esa variable. Cuando se elige el instrumento son varios los aspectos a ser tomados en cuenta, entre ellos se destaca cómo queremos que se responda: si es solo saber la existencia o no del fenómeno las preguntas deberán ser dicotómicas (sí/no), esto se aplica si el indicador a medir está relacionado a presencia o ausencia de la dimensión, existencia o no del fenómeno, o de si este es conocido, por tanto las preguntas van dirigidas a “conoce usted”, “existe…”, “en su organización está presente…”, entre otras. Por esto, son preguntas cuyas respuestas son solo “sí o no” y caen en la categoría de cerradas con alternativas restringidas preestablecidas.

Por otro lado, la variable a investigar puede presentar periodicidad y nos interesa conocerla como investigadores. Si es así, las alternativas de respuesta son igualmente cerradas, preestablecidas, pero de varias alternativas mutuamente excluyentes siendo estas “siempre”, “casi siempre”, “a veces”, “casi nunca” y “nunca”. Si la variable o el aspecto de ella a preguntar no varían si no que se da o no en forma absoluta, no es este su tipo de instrumento si no que será un dicotómico, esta diferencia es muy importante. Estas respuestas que van de “siempre” a “nunca” solo pueden ser utilizadas si el aspecto estudiado varía en una razón de tiempo.

Ambos tipos de respuesta pertenecen a instrumentos tipo cuestionarios, los cuales no son más que un conjunto de preguntas para medir un aspecto previamente definido teóricamente. Por tanto, los reactivos se construyen en forma de pregunta, utilizando los signos de interrogación.

Por otro lado, y para seguir hablando a grandes rasgos acerca de los instrumentos de medición, se tienen las escalas, que se utilizan cuando queremos o necesitamos conocer la opinión de los sujetos seleccionados. No nos interesa si las cosas existen o no, se conocen o no, ni tampoco con qué periodicidad o frecuencia suceden, nos interesa lo que opinan las personas sobre una afirmación que se les plantea dándose como verdad, las respuestas aquí van desde “totalmente de acuerdo”, “parcialmente de acuerdo”, “ni en acuerdo ni en desacuerdo”, “parcialmente en desacuerdo” y “totalmente en desacuerdo”. Como se dijo antes, no se pregunta nada, se presenta una afirmación y el respondiente nos da su opinión si está de acuerdo o no con lo que le hemos planteado en función de lo que ocurre en el medio en el que se desenvuelve el respondiente.

Una vez realizadas las preguntas, las cuales deben medir un solo aspecto a la vez, tener un lenguaje claro y adaptado a la audiencia, se someten a dos procedimientos que le permitirán obtener las propiedades psicométricas que lo harán fuerte para ser aplicado y obtener así respuestas que nos permitan conocer el fenómeno que nos hemos planteado cuando se inició la investigación.

Estos procesos son validez y confiabilidad. Como lo señala Aiken (2003), la validez es el grado en el que una prueba mide lo que debe medir y debe ser sometida al procedimiento de validación que más se ajuste al propósito de la prueba: validez de contenido cuando se quiere que un experto en la variable determine si cada reactivo se ajusta a lo que en teoría se debe interpretar como ese indicador; validez de criterio cuando se correlaciona las respuestas de la prueba diseñada con un criterio previamente establecido; o la de constructo cuando se comparan los reactivos de la prueba seleccionada con el mismo constructo medido por otra prueba antes realizada.

Por su parte, para el mismo autor, la confiabilidad es la capacidad que tienen los reactivos de la prueba de medir de forma estable los indicadores, en la medida en que cada vez que se apliquen a poblaciones similares se obtendrán las mismas respuestas, esto siempre que se esté seguro de medir una variable estable en el tiempo.

Con respecto a los tipos de respuestas señalados anteriormente, si el instrumento es dicotómico lo más recomendable es utilizar el método de K de Richardson para medir la confiabilidad y si es un cuestionario de frecuencia o una escala lo más común es utilizar la prueba de Alfa de Cronbach, los cuales son procedimientos estadísticos de correlación que pueden ser buscados en textos de estadística para tener mayor conocimiento de lo que miden, su base matemática para comprender por qué un coeficiente obtenido a través de ellos nos puede indicar la genuinidad de los reactivos de la prueba que hemos diseñado.

En general, el instrumento de medición es la técnica que necesita el investigador de las ciencias sociales para obtener datos que le permitan generalizar sus resultados y con ello, o a través de ellos, aportar más datos a la ciencia y por ende acercarse a la verdad.

 

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