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LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL Y EL USO DE CELULARES EN LA EDUCACIÓN VENEZOLANA

  MSc. Mariangelica Sánchez
Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, URBE
msanchez.snchez@gmail.com

MSc. Comunicación (URBE) Especialista formación de Investigadora (URBE). Licda. Comunicación Social (LUZ). Docente.

El hombre es un ser social por naturaleza, y en su interacción con el mundo se da el proceso de intercambio interpersonal, a través del lenguaje articulado, donde subyacen todos los ámbitos de la vida diaria.

Junto a ello, se tiene cuenta de la intervención de las tecnologías en el día a día, las cuales vienen trastocando todas las áreas a saber, como el mencionado ámbito académico en el cual -de igual modo- se hace uso de estas herramientas. Así, la comunicación interpersonal y el uso de las tecnologías se entrelazan en el sector educativo, en muchos casos a sabiendas de que las TIC’s bien pueden considerarse el medio para aumentar las posibilidades de mejorar el conocimiento (Cisco System, 2010).

Se puede decir que en Venezuela dentro del modelo educativo se ha manifestado la pretensión de que las TIC’s se incluyan bastamente en este ámbito, debido a sus beneficios en torno a la información obtenida en corto tiempo desde cualquier lugar. En este sentido, se conciben como herramientas al servicio de la sociedad, con una función orientada a la comunicación virtual para el intercambio de información en los contextos académicos, a través de sus usuarios: los estudiantes. De esta manera, las TIC’s bien pueden ser el medio para aumentar las posibilidades de aprender en la permanencia de la vida;

En Venezuela se evidencia la existencia del Proyecto Nacional Simón Bolívar; Primer Plan Socialista (PPS) Desarrollo Económico y Social de la Nación (2007–2013), el cual plantea la consolidación de estas herramientas como instrumento para el fortalecimiento de la enseñanza-aprendizaje. La idea es que estas garanticen el conocimiento en los aprendices de los distintos niveles de la educación a modo de crear redes de información con fines de estudio para maximizar las competencias transversales.

Con esto queda visto un asunto interesante en torno a la comunicación interpersonal, tomando en cuenta que no solo se persigue de un modo presencial en los procesos académicos, sino que aparece en un medio nuevo. Vale destacar que junto a los cambios devenidos como la aparición del computador personal (PC), también se encuentran los teléfonos celulares con los cuales emerge la interconectividad de los estudiantes a la web, el uso de reproductores musicales, juegos y otros.

La comunicación interpersonal se considera en términos generales un acto lingüístico bidireccional, en el cual se realiza un proceso de intercambio de información, ideas, sentimientos, pensamientos, ideologías y necesidades, entre personas o grupos. De acuerdo con Dindia y Tirmmerman (2003), es posible clasificar las formas en que intercambian las personas con las que las que se establecen relaciones, por lo que apuntan a seis modalidades en que se pueden manifestar estas interacciones entre los seres humanos, sea cual sea el contexto donde se miren y se desarrollen: (a) Conocidos; (b) Amigos; (c) Amigos cercanos.

En este sentido, se ha de tener en cuenta que generalmente el día escolar está lleno de conversaciones en interacciones; sin embargo, solamente una cantidad limitada de esta charla calificaría como diálogo, considerado como la interacción verbal entre dos o más sujetos, caracterizada por la existencia de turnos, escucha usualmente atenta y discusión abierta, la cual implica procesos cognitivos inferenciales de carácter individual y social (cognición compartida y construida) y la emisión de opinión por los sujetos vida. Todo esto con la finalidad de enfocarlo en torno al uso de teléfonos celulares en los salones de clase de secundaria colombo-venezolanos, a sabiendas de que bien pudieran estar relacionados con la comunicación interpersonal que dichos estudiantes llevan a cabo en su contexto educativo.

Se hace entonces necesario asumir un papel ante la cantidad de nuevos aparatos telefónicos que se ofrecen en los distintos mercados, y lo importante es saber las posibilidades de cada aparato, para qué y cómo lo usan los más jóvenes, tomando en cuenta la visión de Yarce (2010) quien comenta que hoy día dentro de las aulas de clase los estudiantes no puede vivir sin el celular. No obstante, Jáunedes (2006) suma a esto la existencia de ventajas y oportunidades para niños y jóvenes en torno al uso de teléfonos celulares, ya sea en la interacción diaria o bien en el ámbito académico educativo, pues concibe que “la pequeña pantalla” adquiere una nueva utilidad y se convierte en algo más que un teléfono, desprendiéndose en cinco dimensiones básicas: (a) comunicación; (b) contenidos; (c) ocio; (d) creación; (e) momentos de uso.

Dichas afirmaciones complementan la presente entrega en lo que tiene que ver a las múltiples funciones de algunos de los teléfonos celulares que utilizan los estudiantes de la educación secundaria en el diario intercambio con sus compañeros, donde se insertan también los quehaceres educativos, cuyo caso podría ser el que se presente en la educación secundaria venezolana.

Precisamente, la alta tecnología debería contribuir al proceso pedagógico para este caso, pero algunos de los estudiantes emplean estos aparatos con otros fines. El uso de los móviles no es unívoco entonces entre los jóvenes, sino que la edad y el género marcan pautas de uso diferenciadas.

En la actualidad, de acuerdo con García (2009), niños y adolescentes tienen la atención más diversificada, a lo que se denomina Procesamientos Paralelos; así, son capaces de realizar varias tareas de forma simultánea como, por ejemplo: escuchar música mientras leen, mantener varias conversaciones en el messenger a la vez que estudian o hacen la tarea, hablar con amigos presentes mientras envían mensajes a los ausentes.

Tras este recorrido cabe resaltar la necesidad del equilibrio que han de tener los estudiantes usuarios de teléfonos móviles en ambientes de aprendizaje en los salones de clase de la educación secundaria. Para Garitaonandia (2004), posiblemente ninguna tecnología en la historia ha tenido un grado de penetración tan rápido y tan extenso entre los jóvenes como ha sido el teléfono móvil, y ninguna ha influido tan aceleradamente en sus vidas.

Entre los factores de éxito de esta revolución tecnológica está el que el teléfono móvil contribuye a la socialización, ya que reduce la soledad y la ansiedad, aumenta el sentido de la seguridad, y aun cuando su uso posee un componente lúdico, incluso de juego en prima el componente comunicativo como lo demuestra el hecho de que los mensajes, llamadas y localización de amigos y/o familiares sean los aspectos más valorados.

 

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