RSS
 

Simbiosis entre investigación y desarrollo para una Venezuela productiva

Dra. Judeira Batista
Coordinadora Postdoctorado Ciencias Mención gerencia

En las últimas décadas  se ha evidenciado  un mundo cualitativamente distinto, caracterizado por el policentrismo, la diversidad de estilos de vida, la paradoja y el desencadenamiento de conceptos que arropan a la  sociedad como la incertidumbre; es decir  una sociedad pluralista, multiopcional y policéntrica. Frente a este replanteo de estos procesos societales se plantean grandes retos para el  sector público, privado,  asociaciones y en general organizaciones no gubernamentales  (ONG) – O las bien llamadas organizaciones del tercer sector.

Un reto entonces es cambiar la mentalidad, su funcionamiento y sus estructuras, sumándose a los cambios que experimenta actualmente el ámbito de la gestión. Reto que solo trascenderá con un proceso  que permita evolucionar a la Investigación como brazo para el desarrollo de un País.

Me permito plantear entonces la posibilidad que a través de la investigación se hace posible explicar desde cualquier perspectiva, las causas que originan los cambios en los procesos societales a los que me refería anteriormente. Y el espacio donde podemos operacionalizar el proceso de investigaciones es en los estudios doctorales,  toda vez que constituye la base filosófica que permite esclarecer, bajo premisas científicas, el porqué de la sociedad multiopcional policentrica, compleja y cargada de incertidumbre. Por otro lado los estudios doctorales también son un espacio  para la generación de conocimiento que explican hechos de la realidad, o bien, que muestran nuevas formas de ejecutar las cosas en cualquier campo del saber.

Un estudio doctoral  debe conducir a una reflexión crítica sobre los orígenes del conocimiento, los factores objetivos y subjetivos que hacen posible la captación de la realidad y los  propósitos  que impulsan la actividad científica. Así mismo deben considerar   la relatividad del conocimiento y la opción de adoptar uno o varios enfoques filosóficos que permitan una interpretación coherente de la realidad. Adicionalmente,  deben conducir a la realización de investigaciones de alto nivel; por lo tanto, el proceso de  investigación debe estar encuadrado  y sustentado para abordar una realidad social  que contribuya  al desarrollo socio productivo de un país   La base filosófica de los doctorados  influye o motiva la selección de los temas de investigación, la adopción de los métodos de investigación y la manera en que son evaluados los resultados de la investigación Kitchin, (2000)

 

Atendiendo a las consideraciones antes expuestas los programas de doctorado y la actividad de investigación científica, también deben contribuir a fortalecer los vínculos tanto con el entorno académico y científico como con los sectores productivos. El establecimiento de nexos académicos con instituciones similares dentro y fuera del país facilitará  la movilidad de especialistas, el intercambio de información y experiencias, el aprovechamiento de oportunidades académicas y el enriquecimiento mutuo. Con los progresos en las tecnologías de la información el trabajo interdisciplinario se hace más efectivo. Por su parte, el fortalecimiento de los nexos con los sectores productivos hará posible que la universidad perciba los problemas e inquietudes de la sociedad, que oriente sus programas según las necesidades del entorno, que obtenga recursos adicionales para realizar sus funciones y que haya una mejor coordinación y colaboración con las fuerzas vivas del país en el logro de objetivos y metas comunes.

 

Finalmente  considero que  la simbiosis  que planteo  Investigación y desarrollo considera  una  interacción recíproca entre la Universidad y su entorno  concibiendo  que la investigación internalizada en los estudios de doctorado,  cuando se  realiza bajo los parámetros de sensibilidad y soberanía conquistará  espacios para el desarrollo  de una nueva cultura de País , un nuevo concepto  de  ciudadanía que seguro le dará respuesta a una  sociedad pluralista, multiopcional y policéntrica.

 

La Gestión de Gente en Ambientes Entrópicos

Dra. Isabel Portillo
Coordinadora Maestría Gerencia de Recursos Humanos

Entre los procesos organizacionales más resaltantes se encuentra la Gerencia de Recursos Humanos, también de acuerdo a las tendencias vanguardistas llamadas gestión del capital humano, gestión del talento humano o gestión de gente; elemento medular para el logro efectivo del trabajo y su inherencia en el entorno.

El gerenciar las personas en el contexto laboral, y las relaciones con los empleados han variado en los últimos años, convirtiéndose de esquemas tradicionales a estructuras interactivas que configuran los cambios en la toma de decisiones, así como una cultura compartida, fomento de código de conductas conllevando a un comportamiento transparente y socialmente responsable. De allí la necesidad de incrementar la capacidad de respuesta para adaptarse a transformaciones dando lugar a la creación de nuevas herramientas de trabajo.

Al respecto, dado el crecimiento y evolución organizacional de entrada al siglo XXI, requieren de respuestas inmediatas promoviendo la toma de decisiones compartidas, acertadas y orientadas al manejo de los diferentes escenarios en los cuales se enfrenta; por ello es ineludible evolucionar los perfiles de competencias de quienes corresponden la dirección y manejo de organizaciones inteligentes para dar entrada a las nuevas modelos de trabajo, más abiertos y participativos.

En este sentido, las exigencias del mercado han apoyado la aparición de  tendencias de gestión humana a partir de las transformaciones globales, determinantes de capacidades diferenciadoras para asumir retos que marcaran las pautas del crecimiento del hombre ante su entorno, mediante información disponible, desarrollo tecnológico, incremento de las exigencias en cuanto a la calidad de atención y/o servicio por parte de usuarios y clientes, así como adaptaciones  tecnológicas ante la necesidad de innovar para distinguirse y mantener ventajas competitivas, además del dinamismo e intervención del factor humano en todo proceso productivo.

En virtud de tales exigencias, la triada  hombre, organización y entorno, en su conjunto, representan un punto de partida para desarrollar las competencias estratégicas desde la perspectiva conducente a organizaciones anentrópicas, las cuales de acuerdo a Lopez (2008) en esencia es la interpretación holística de la adaptabilidad propia que permite al ser humano reformular o revitalizar aquellas técnicas, métodos o actividades medulares que condicionen los ambientes en procesos de desgastes hacia escenarios revitalizadores autosuficientes, capaces de adecuarse a los procesos vinculantes que garanticen la adaptabilidad en  los diferentes entornos.

A tal efecto, la gestión de gente se apoyará en  esa fuerza interior del contingente humano permitiendo  estar a la par de nuevos retos, por lo cual se busca establecer un modelo de aprendizaje acelerado en competencias capaz  de revitalizar los procesos, de manera que minimice los niveles de entropía y procure su permanencia en el tiempo logrando, la sustentabilidad que las organizaciones requieren.

 

Mercadeo social: “Estrategia exitosa para las organizaciones modernas”

Dra. Lucía Urdaneta
Coordinadora Maestría Gerencia de Mercadeo

En la actualidad las empresas utilizan estrategias de mercadeo que les permita mantenerse en un mercado  competitivo, es por ello, que el mercadeo social, puesto en práctica, debe combinar la educación sobre comportamientos saludables con el suministro de productos y servicios por medio de canales de distribución, para el desarrollo de la sociedad.

Lo anterior permite concebir, que el marketing social es una  tendencia innovadora dentro del marketing  e  ingrediente clave para que las empresas sean exitosas, porque sus bases se fundamentan en  la adopción de las prácticas correctas relacionadas al beneficio de la comunidad.

El concepto de mercadeo social, explica Kotler (2007) no es una definición sobre lo que es y hace el mercadeo. Se trata de una forma de pensar, una filosofía de dirección, sobre cómo debe entenderse la relación de intercambio de los productos/servicios de una organización con el mercado, sus comunidades y el  entorno en general.

MSc. Alfredo Villalobos
Docente Maestría Gerencia de Mercadeo

Por otra parte, se considera una actitud organizacional, una postura mental o forma de concebir la relación de intercambio, por parte de la empresa u organización que ofrece bienes/servicios al mercado con su entorno inmediato; partiendo de los problemas, necesidades y deseos del consumidor; siendo el propósito del mercadeo social la satisfacción de un modo más beneficioso, tanto para el consumidor como para el vendedor.

Es importante señalar que, los sectores de actividad empresarial viven inmersos en transformaciones radicales, profundas y globales; cambios evidenciados, en la esfera de relaciones donde operan; exigiendo éstos, formas de interacción que sin perder la capacidad para actuar en un mercado de competencia, puedan ser capaces de garantizar la cooperación necesaria, para transitar en un mundo incierto.

En este sentido el mercadeo es también tecnología y competencia por lo que si la empresa las dominan pasaran a formar parte de su cartera conjuntamente con otras y el análisis integro y sinérgico de las mismas, en función de la entrega de valor al cliente propiciara la competitividad esperada originando esto el diseño de  estrategias sociales para ser más competitivas en el mercado, con el fin de propiciar cambios sociales en el ámbito empresarial, considerando el análisis de actitudes, creencias, valores y conductas de los diferentes grupos a los cuales se dirigen.

En ese ámbito, se puntualiza el mercadeo social como el diseño, implantación y control de programas que buscan incrementar la aceptación de una idea o causa social en determinados grupos objetivo. De forma tal, pueda coadyuvar a lograr sus propósitos de una manera solidaria con las empresas no lucrativas, y así mismo las lucrativas, lo pueden hacer en conjunto con éstas.

Es por ello que el mercadeo social es una estrategia que conduce a la organización al desarrollo de programas sociales para su mercado meta, a los cuales pretende persuadir para que acepten, modifiquen, cambien de ideas, actitud  y comportamiento. De allí  para que las organizaciones sean exitosas en el mercado deben considerar el mercadeo social como estrategia para la puesta en práctica  y control de los programas que tienen como objetivo promover una idea que beneficien a la sociedad.

Finalmente, se puede afirmar que las organizaciones exitosas deben afianzar su actual posición en el mercado con la implementación de actividades mercadológicas sociales orientadas a garantizar la satisfacción de los usuarios.

Lo expuesto lleva a considerar que las organizaciones cada día son más exigentes, donde sus gerentes deben adaptarse a paradigmas orientadas al mejoramiento de programas sociales efectivos.

 

Desarrollo económico con sentido social

Dr. Fernando Romero
Coordinador Maestría Gerencia Empresarial

En los últimos años América Latina viene experimentando importantes cambios desde el punto de vista económico y en lo social que han generado un significativo reacomodo en la orientación estratégica de las políticas públicas impulsadas por los gobiernos de la región.

En el área económica, los países poseedores de materia prima de interés estratégico en el contexto mundial como petróleo, hierro, cobre, así como aquellos que mantienen ventajas comparativas en la producción de productos agrícolas  tales como el café, cacao, maíz, entre otros rubros, han experimentando unos ingresos extraordinarios  en materia de divisas motivado al alto precio que esos productos alcanzan en el mercado mundial. Ello ha traducido un compromiso exigente para los gobiernos de turno , independientemente de las ideologías y cariz político que los identifica, para generar acciones orientadas a una mayor eficiencia en la administración de esos recursos  a favor de un incremento en el  bienestar social de los sectores menos favorecidos.

En este contexto, Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela entre otros países, forman parte del conjunto de naciones que actualmente experimentan una especie de boom económico por los elevados ingresos, viéndose obligados a desarrollar una serie de programas sociales para procurar una distribución más justa y equitativa de la riqueza, satisfaciendo inveteradas necesidades de los grupos más vulnerables de la población de esas sociedades como son los denominados estratos D y E

En atención a lo expuesto, Venezuela desarrolla desde hace una década aproximadamente una agresiva política social en marcada en los lineamientos esbozados por el gobierno bolivariano, la cual se materializa en un grupo altamente diversos de medidas económico sociales para reducir los índices de pobreza y pobreza extrema, procurando cubrir necesidades básicas principalmente en las áreas de vivienda, salud, educación y alimentación. Según el Instituto Nacional de Estadística, para el año 1998, esos indicadores alcanzaban aproximadamente el 70 a 80 % de la población venezolana, lo que exigió la adopción de las MISIONES, que en la práctica constituyen programas muy concretos y específicos que comprenden acciones puntuales para superar la criticidad de la situación descrita, la cual amenazaba con desencadenar situaciones sociales conflictivas en el país,

La entrada en vigencia de esos programas especiales, donde se destacan la Misión Vivienda Venezuela destinada a dotar de hogares dignos a numerosas familias de escasos recursos, la misión Barrio Adentro para ofrecer respuestas inmediatas en la atención primaria de salud, la Misión Robinson orientada a reducir los niveles de analfabetismo, han contribuido a reducir los niveles de pobreza citica, llegando a un 46 % de acuerdo a informes de la Comisión para América Latina y el Caribe en su informe anual del año 2011.

De lo señalado anteriormente, es posible concluir que inexorablemente a partir de ahora y en la próxima década, los gobiernos de América Latina deberán continuar conjugando estrategias de desarrollo económico con un claro sentido social,  orientándose por la formulación de políticas públicas integrales que favorezcan un bienestar económico-social, procurando la continua disminución de las diferencias en el seno de su población, y donde se facilite la inserción e inclusión de las grandes mayorías. Este enfoque claramente transformador deberá concertarse con un creciente proceso de integración económica y política en la región, donde iniciativas como Mercosur, Unasur, el Alba,  abran los caminos para un desarrollo sostenible que permita elevar la calidad de vida de la población de estos países.