Dra. Sila Chávez
Coordinadora del Centro de Investigación de Humanidades y Educación (CIHE)
Un artículo científico es un informe escrito y publicado, con rigor teórico y metodológico, que informa, describe y comunica los resultados originales de una investigación. Debe estar redactado lo suficientemente claro, preciso y conciso para que, quienes lo lean, entiendan, capten e interpreten, cabalmente, el mensaje concreto que se pretende transmitir. Para lograr la organización de la información en la investigación, se recomienda asumir los procedimientos básicos de la narración propuestos por Calsamiglia y Tusón (2001), como son: la segmentación, la puntuación y la titulación.
Se refiere a un problema científico, los resultados de la investigación deben ser válidos, fidedignos, inéditos y descritos respetando los tres principios básicos de la redacción científica: precisión, claridad y brevedad y debe ser publicado en una revista o publicación arbitrada, impresa o digital, y comprobarse la originalidad del texto.
Dr. Roberto Bozo
La redacción de un artículo científico debe estar realizada de una manera tal que permita, a todo lector, evaluar las observaciones planteadas, repetir los pasos de la investigación y evaluar los resultados y los procesos intelectuales y metodológicos. El texto debe respetar, absolutamente, las normas, de forma y de fondo, de publicación de la revista o medio en el cual será publicado, cumplir los requisitos que exige del autor y del contenido.
Es necesario, absolutamente, el rigor científico en la escritura de los artículos, sustentado por logicidad, claridad, originalidad, eticidad, precisión y vocabulario científico. La labor de escribir en esta fase de la investigación debe ser apropiada, rigurosa y certera, cuidando la organización textual, discursiva y teórica, ello conlleva a una necesaria configuración del texto escrito, con el propósito de proporcionar a los lectores la orientación necesaria para la interpretación de los contenidos.
Dr. Eddy Mogollón
La estructura, de forma, de un artículo científico es determinante para una mejor percepción e interpretación del texto, por parte de su universo pertinente, de lo que deriva, una transmisión más fidedigna de las ideas, inferencias, conclusiones, resultados y recomendaciones de nuestro trabajo de investigación.
Aunque existen normativas internacionales de la estructuración de un informe de esta naturaleza, básicamente, debe tener un título, resumen, abstract, introducción, desarrollo del tema, resultados, conclusiones, recomendaciones y bibliografía.
El título debe ser corto, preciso, contundente, claro, bien redactado, informativo y atractivo para el lector. En ese marco del pensamiento, Balestrini(2001), plantea: “el título debe ser lo suficientemente preciso en cuanto a su contenido, en la medida que deberá reflejar, solamente, el ámbito del tema que se investigará. Por consiguiente, pasa a ser, la forma concreta, como se conceptualiza y precisa el problema objeto de estudio”
El resumen debe plantear el objetivo de la investigación, las variables, la metodología utilizada, el tipo y diseño de investigación, características de la población y muestra, resultados estadísticos, hallazgos más relevantes, conclusiones, recomendaciones y palabras claves. No debe aportar información que no esté en el texto. Los verbos deben estar conjugados en pasado, ya que referencian a una investigación ya concluida.
La introducción explica el problema de investigación, enumera los antecedentes, lo que otros autores escribieron sobre la temática, los objetivos e hipótesis de nuestro trabajo. Describe, con más detalles que en el resumen, el diseño de la investigación, cómo se llevó a cabo, los métodos y técnicas de recolección de información y las principales conclusiones obtenidas. Adam (1996), plantea que para constituir un modelo prototípico llamado por Charaudeau (1992), modos de organización del discurso relacionándolos con funciones textuales como: narrar, describir, argumentar y explicar que a continuación se describen en el contexto de la investigación.
El desarrollo de la temática debe describir, científicamente, el problema de estudio. Los resultados, conclusiones y recomendaciones deben detallar los logros de la investigación, las inferencias y derivaciones producto del estudio sistemático de los objetivos y las recomendaciones pertinentes con el fin de mejorar la situación planteada y los aportes del trabajo en función de optimizar una realidad social. Para lograr la organización de la información en la investigación, se recomienda asumir los procedimientos básicos de la narración propuestos por Calsamiglia y Tusón (2001), como son: la segmentación, la puntuación y la titulación.
La bibliografía debe enumerar los autores y textos utilizados como bases teóricas para la elaboración del artículo científico. Todos los autores mencionados en la bibliografía, deben ser citados en el cuerpo del trabajo.
Tan importante es la rigurosidad científica con que hagamos las investigaciones como la rigurosidad metodológica con que escribamos los resultados obtenidos. Escribamos y publiquemos.